El temperamento, la personalidad, el cuerpo, las estructuras mentales, la consciencia, todo ello nos compone y nos acompaña.
A medida que el tiempo pasa y vamos creciendo, todo nuestro interior se adapta, se modifica y termina siendo lo que proyectamos en la mente sobre nosotros mismos. No solo somos lo que vemos delante del espejo o las otras personas nos dicen que somos, sino también, lo que no vemos y que nos acompaña desde que nacemos.
¿Qué sucede cuando no sabemos realmente quienes somos, lo que deseamos y necesitamos en la vida, lo que queremos hacer?…
¿TE HAS MIRADO AL ESPEJO Y TE HAS RECONOCIDO SIEMPRE?
Hoy comparto la historia de estas Matrioshkas que han llegado a mi vida, no por casualidad porque nada lo es, simbolizando para mí la unidad de lo que somos con todos, con todo, y especialmente con nosotros mismos.
Para algunas personas son solo un símbolo, una identificación, para otras un objeto decorativo…y así escuchamos diferentes opiniones, siendo todas ellas igual de válidas desde la perspectiva de cada uno.
Siempre he sentido que eran muñecas curiosas…sin tener un sentido definido. Tampoco me lo había planteado nunca, por lo cual estaba ciega a ellas, y hoy comparto contigo mi historia porque igual sea la tuya propia, y a través de ella te sientas como me he sentido yo siempre.
MIS MATRIOSHKAS INTERNAS
Una amiga se fue de vacaciones a Hungría, y como cada ocasión que viaja me trae algo típico del sitio que visita.
En este viaje me dio la oportunidad de escoger, y se me ocurrió pedirle estas muñecas representativas del lugar que siempre me habían llamado la atención.
Unas muñecas especiales muy bien escogidas por ella, siendo artesanales pintadas a mano. Las muñecas estuvieron contenidas en una sola durante varios meses. Cada vez que pasaba por delante de ellas las observaba, y solo pensaba que algo tenía que hacer… sin saber qué.
Un día en una terapia salió a la luz, las capas que me había ido poniendo durante muchos años de mi vida de manera inconsciente, por miedos, inseguridades, para no ser vista y llamar la atención…y en ese instante me vi totalmente representada en esta muñeca que estaba contenida desde siempre, y así comenzó mi trabajo personal con ellas.
Llegué a mi casa y lo primero que hice fue sacar cada una de ellas que se contenían en una sola, viéndome totalmente reflejada ya que esa muñeca era yo. Eran partes de mí misma que estaba ocultando hacía mucho tiempo, y a medida que el mismo iba pasando, cada vez más me costaba ver mi interior y qué estaba pasando dentro de mí.
Primero las puse en fila de menor a mayor, y así estuvieron un buen tiempo hasta que tuve la necesidad de cambiarlas de posición. Luego las agrupé a las cinco, hasta que tuve la necesidad de volver a hacer un movimiento diferente. Por último, tuve la necesidad de ponerlas en círculo…y así están desde entonces.
Mi trabajo personal consistió en reconocerme, saber que dentro de mi hay muchas Vivianas que son igual de válidas y necesitan salir a la luz. Unas contienen a las otras y todas son igual de válidas. No todas son iguales, aunque se integran a la perfección y conforman todo lo que hoy soy.
Nada es casualidad y todo llega a nuestras vidas por algo.
El poder observar lo que sucedía en mí misma hace que hoy pueda acompañar en las terapias que realizo. El mejor aprendizaje está en uno mismo, y desde allí, desde esa empatía es como trabajo.
Las cinco consciencias, los cinco sólidos platónicos, los cinco elementos, los cinco dedos de las manos y los pies… nada es casualidad.
Desde mi experiencia te animo a que encuentres en ti todas esas partes que te integran, que permiten que seas quién eres realmente y que te hacen única/o.
Si así lo deseas y sientes la necesidad de encontrarte a ti misma/o, a reconocer todas estas partes que te integran… te acompaño en el proceso. Desde la consciencia tu vida encontrará su sentido, su razón de ser, y solo tú decidirás el rumbo que necesitas.
TE ACOMPAÑO…
															
1 comentario en «¿CONOCES TUS MATRIOSHKAS INTERIORES?»
Hermoso Viviana, muy ilustrativa tu historia hace que también me reconozca en ella.
Gracias por compartir.
Rosa