Viviana Althaus Peralta
Después de muchos años de mi vida siguiendo un rumbo incierto, el que la vida me iba presentando por delante, he tenido un punto de inflexión que me ha ayudado a cambiar todo mi ruido interior.
Ese momento de inflexión ha sido un día en concreto, a la vuelta de un control médico, donde seguía sumando síntomas en mi expediente y donde la lista cada vez era más extensa. Era evidente que mi cuerpo estaba desequilibrado y pedía a gritos no solo una solución, sino muchas soluciones a diferentes situaciones que estaba viviendo hacía mucho tiempo. Ese día llegué a mi casa muy agobiada, confundida, y a la vez harta de ver que, en vez de salir adelante, cada día sumaba más y más cuestiones que no era capaz de asumir.
Y así fue como después de un profundo desconcierto me derrumbé, y me puse a llorar desconsoladamente echándole la culpa de todo a mi entorno más próximo… y la única responsable de todo ello solo era yo.
Comencé mi camino tratando de ordenar cuestiones personales sin saber cómo, ni por donde comenzar, y es justo en ese instante que alguien te comienza a hablar de diferentes técnicas de acompañamiento, y paso a paso fui modificando mi rumbo, y mi visión comenzó a ser diferente.
El mundo cerrado que me pesaba hasta ese momento se abrió, y con ello mi corazón comenzó a sentir que, si era capaz de tener sensaciones diferentes, lo siguiente sería mucho mejor.
Y así comencé…a partir de allí los caminos de mi vida se fueron enfocando hacia nuevos horizontes de los cuales, alguno de estos caminos había olvidado…solo había que recordarlos.
Las diferentes técnicas llegaron a mi vida en primer lugar para encontrarme a mí misma, y aquí sigo desde el año 2016 sin parar de crecer cada día. A partir de ese momento supe, que enfocar toda mi energía primero en mí, para luego poder acompañar a otras personas, no solo era importante, sino que también necesario. Cuando uno toca el fondo de su interior y consigue llenarse de valor, voluntad y constancia se sale adelante. La intención del cambio está ahí… solo hay que abrir los ojos, observarse, desear y sentir la necesidad de ese cambio… y siempre habrá alguna persona que te acompañará en el siguiente paso. En mi caso, todo ello me permitió iniciar mi camino personal, primero formándome como Integradora Social, a la vez que lo complementaba con la formación de diferentes terapias complementarias. Un camino que hoy ejerzo con orgullo y mucho trabajo realizado, permitiéndome acompañar…” acompañarte” si así lo deseas.
Si sientes que verdaderamente necesitas este cambio para poder liberarte de todo aquello que te limita, solo tienes que dar este primer paso…aquel que tanto miedo nos da por no saber las razones de nuestro interior.
Soy Técnica Superior en Integración Social y me he formado como terapeuta en diferentes técnicas como...
Descodificación Biológica
en el Instituto Angeles Wolder
Flores de Bach
en el Institut Anthemon de Ricardo Orozco
Quiromasaje y Masaje Deportivo, Reflexología podal y Terapia Craneosacral
en ISMET
Reiki, Registros Akashicos, Numerología, Constelaciones y Genograma con Muñecos, Biogeometria Sagrada...
en diferentes escuelas y centros de enseñanza
…y otras herramientas que sigo sumando solo por esta razón, integrar todas y cada una de ellas, adaptándolas de manera personalizada porque creo que una persona no solo necesita una terapia en concreto, sino una integración de todas ellas.
Y esto es lo que ofrezco en mis terapias, es lo que me identifica. De esta manera siempre habrá diferentes alternativas de trabajo bajo un mismo objetivo, el proceso personal de cada persona, respetando en todo momento sus tiempos.
Si deseas conocerme mejor o simplemente necesitas que te asesore, ya sabes dónde encontrarme. Permite que te pueda acompañar, y tu mundo interior encontrará el rumbo que necesita.
Te lo cuentan mis clientes...
Excelente profesional, cien por cien recomendable.
Transmite mucha Paz y me siento fantástica después de la terapia.
Siempre hicimos online y ya sería perfecto hacerlo presencial.
Gracias por tu ayuda Viviana.
Clara Imaz Silguero
Cristina Ecija